El waxplay, o juego con cera, es una de las prácticas más realizadas dentro de la escena BDSM. No es a lo mejor la más conocida fuera de la comunidad (cuando se habla de BDSM la gente piensa antes en azotes o en ataduras que en velas), pero sí una de las más vistosas. Una persona escoge una vela, la acerca a un cuerpo desnudo que tiembla de anticipación y echa un reguero o unas gotas de cera con pericia. La otra persona se estremece del calor y del leve dolor, pero enseguida la cera se solidifica y deja un rastro visible. Todo este ritual, así como la imagen de los regueros de cera sobre la piel, pueden ser muy eróticos.
Si te apetece jugar con cera, estás en el lugar adecuado. Aquí encontrarás varios consejos para iniciarte en esta práctica tan estimulante.
Escoge bien las velas
Las velas son el material con el que vais a jugar. Lo bueno es que dediques un poco de tiempo a elegirlas. El problema es que, al no ser un producto alimentario o sanitario, el fabricante no tiene por qué informar sobre su composición, por lo que es posible que dos velas parecidas ardan a temperaturas muy diferentes. En MyBDSMStore tenemos velas para wexplay que funden a baja temperatura, pero escojas las nuestras u otras sí hay algunas ideas que deberías tener en cuenta:
- Las velas pueden ser de cera, de soja o de parafina. Las de cera están absolutamente desaconsejadas, porque arden a una temperatura mucho más alta que los otros dos tipos. Las de soja y las de parafina funden a temperaturas similares, pero las de soja se enfrían antes y son más fáciles de limpiar. Sin embargo, las más fáciles de encontrar en comercios y bazares son las de parafina.
- La composición de la vela nunca es pura, sino que puede tener aceites, perfumes y toda clase de elementos que cambian el punto de fusión.
- Pese a lo que se suele decir, no es cierto que las velas de colores ardan a más temperatura que las blancas, sino que cada vela es un mundo.
Prueba la cera antes de jugar con otras personas

Prueba primero la cera en tu propio cuerpo.
Este consejo lo vamos a dar siempre que hablemos de prácticas BDSM: cualquier cosa que le quieras hacer a otra persona, pruébala primero contigo. Así, una vez hayas comprado las velas, enciende una y échate un poco de cera en el brazo. ¿Cómo la sientes? ¿Está demasiado caliente? O, por el contrario, ¿no está lo bastante caliente? No te limites a echar solo unas gotas; experimenta. ¿Qué pasa si echas un reguero, o si viertes la cera desde un poco más alto? ¿Te resulta difícil limpiarte luego la piel? Si tienes en cuenta todas esas cosas, la sesión irá mucho mejor y tu pareja tendrá una experiencia mucho más placentera.
Dónde y cómo echar la cera
En general, la piel humana resiste bien la cera caliente, por lo que ésta se puede echar casi en cualquier lugar del cuerpo. Sin embargo, no todas las zonas tienen la misma sensibilidad: hay partes con la piel más fina que otras. Los brazos y las piernas son buenos lugares para empezar, mientras que otras áreas (pecho, nalgas, etc.) pueden ser más sensibles. Dos lugares absolutamente prohibidos son las cavidades corporales y la cara, en ambos casos por riesgos de seguridad obvios. No queremos gotas de cera caliente en los ojos, ni un bloque de cera sólida tapando conductos que deberían estar abiertos.

El juego con cera puede llegar a ser muy complejo.
En cuanto al cómo, lo ideal es encender la vela y dejarla así unos minutos, para que se genere suficiente cantidad de cera. Muchas velas forman una especie de cazoleta en torno al pabilo, donde se acumula la cera líquida: es esa cera la que tienes que verter. Cuando empieces el juego protégete las manos, sobre todo si juegas con velas lisas, porque la cela resbala por el cuerpo de la candela y podrías llegar a quemarte los dedos. Por último, ten en cuenta que la cera estará más caliente cuanto menos distancia haya entre la vela y la piel, por lo que puedes jugar con las alturas. Eso sí, ¡tampoco viertas la cera desde muy alto o salpicará!
Nunca olvides que la vela está encendida, es decir, que hay una llama presente en la habitación. Toma todas las precauciones habituales con las velas (colócalas en una superficie estable e ignífuga, que no estén cerca de libros o papeles, ten siempre un ojo puesto en la llama, etc.) y asegúrate de que se cumplen durante toda la sesión. Puede ser conveniente tener cerca de las velas un vaso de agua o un trapo mojado, por si acaso. Cuando termines de jugar con una vela, colócala en su sitio; cuando termines con el waxplay, apaga todas las velas antes de pasar a lo siguiente.
Poco a poco
Si es la primera vez que tu pareja y tú os enfrentáis a esta experiencia, ve poco a poco. Vale, has probado la cera en tu propio cuerpo, pero la tolerancia al calor no es la misma en todas las personas. Comienza con unas pocas gotas en el brazo y comprueba cómo se siente tu pareja. ¿Le está gustando? ¿Siente placer? ¿Está cómoda? Si todo va bien, puedes seguir, y a lo mejor empezar a hacer otras cosas; prueba con gotas más próximas, o haz un breve reguero entre dos puntos, o usa otra vela que sabes que está más caliente, o vierte en un área más sensible. La idea en esta clase de juegos es siempre que el dolor y las sensaciones vayan aumentando, así que ya sabes: empieza suavecito y ve de menos a más.
Por supuesto, escucha siempre a tu pareja y para en el momento en el que se sienta incómoda o algo no le guste.
Después de la sesión
Después de toda sesión viene siempre el aftercare. Si habéis jugado con velas, éste es el momento para quitar la cera reseca de la piel y de los tejidos a los que pueda haberse adherido. Para quitar la cera suele ser necesario introducir algo debajo de la misma y levantar: se puede hacer con la uña, con una tarjeta de plástico o con un cuchillo no afilado. Una vez eliminada la cera, una ducha y un poco de crema hidratante van genial para que la piel vuelva a su estado normal.
Y tú, ¿has jugado con cera? ¿Te atrae esta práctica? ¿Qué otros consejos darías?
Me encanta esta web, puedo encontrar de todo y en todo momento, sin duda es una de las mejores webs para el BDSM que he visto y conozco, espero que esto siga siendo así, gran trabajo.
Un cordial saludo.